lunes, 11 de julio de 2011
CONCHI RÍOS ABRE LOS COMPASES DE LA FIESTA...
Prueba fue ayer domingo, de cómo en 10 minutos cambia la vida. Ciertos son los momentos de nuestra existencia en las que no recibes regalos, y a cosa de de las 10 de la noche, o perdón, en el intérvalo del 2º y 5º novillo, el mundo gira a la diestra.Se abrió el compás de una novillada interesante de José Cruz, y lo que realmente el público demanda cuando abona su entrada, el por lo menos ver que un toro salva la tarde. Pero ayer fueron 3, con un primero encastado al que la falta de fuerza, le desfondó. Un segundo con agresividad y acometida, y un quinto, de vuelta al ruedo, extraordinario, pronto, con clase en la embestida, enrazado, bravísimo y con fondo.
El compás giró del diámetro a la grada albergada por un público intachable y dignísimo, que ante la cantidad de descabellos que propinó Conchí, supo diferenciar, respetar y medir de distinto rasero a una morfología, actitudes, sentimientos distintos que la naturaleza diferencia a la mujer del hombre. Una señora granadina, recuperada de un auténtico cornadón de los que psicológicamente te hace reflexionar, pensar se plantó en ese tunel famoso del miedo. En un precioso paseillo se mostró infame, caminando por los senderos de la vida, aquellos que da Madrid, esos que hace sentir especial a un torero cuando se escuchan esos famosos oles de peculiaridad madrileñá, y de un cuerpo en la arena olvidado de lo que pudiera pasar y lo que sucedió días antes. El trecho comenzó toreando fuera de sitio y con la ventana abierta a su segundo de la tarde, el cual, el público demasiado sensibilizado engañó al diestro que en san isidro esos muletazos rugirían con silbatos desafinados. Y el quinto dio la vuelta a la moneda, allí Conchi se plantó en el sitio, aunque a compás abierto tres cuartos de faena, pero dejando su cadencia y su sentido del mando y el temple. Corriendo la mano, llevando y despegando, muleta muy adelante, ligazón y pases de pecho de pitón a rabo. Todo con sus peros y sus por qué de novilleros, aunque fuertes son los suyos, porque muchos novilleros pasaronportaron San isidro y Las Ventas en cualquier domingo, y no recuerdo ni a compás abierto " un mando tan limpio" como el de la granadina. Madrid Blanqueaba de pañuelos, y daba el sí a la historia de una fiesta, que al intentar ser destruida, en senderos cortos, camina hacia su evolución. Y hoy una mujer, con sus incondicionales apuestas y " ovarios ", selló la papeleta de oro, al buen hacer, las ganas, valor y superación personal.
FOTO: LAS-VENTAS.COM
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