domingo, 4 de julio de 2010

1º JULIO DE LAS VENTAS: SE FUE LA LLUVIA, VOLVIÓ EL CALOR...


Tras dián tan irregulares climatológicamente hablando, sentidos por nosotros en días atrás, nos reencontramos hoy domingo con un calor bochornoso, con el auténtico sol y moscas de ambiente taurino siendo soportado a cosa de las 7 de la tarde por los tres diestros que componían el cartel; Antón Cortés, Ambel Posada y Javier Cortés.
Antes, durante esa lluvia continuaba la presidencia en su línea, seguramente, con la voz de la empresa para no devolver inválidos, como más de uno salió esta tarde, arrastrando los cuartos traseros y bailando estos mismos desde Korea a Canadá en cada giro de la galopada. Lluvia desbordada que trajo el ganadero a MAdrid, con el nombre de Guardiola. Ásperos, faltos de casta e inválidos, a excepción de un manejable y noble primero.
Y el granizo, lo culminó la espada, a excepción de un volapie bueno de Cortés, volcándose y cayendo algo desprendida la espada, lo demás, hizose ver la tónica, la falta de meter la muleta en el hocico antes de meter la espada. Joaquín Bernadó, en algun tiempo muerto repetiría su famosa frase, " la izquierda es la que mata ".

PEro como dijimos a principio del texto, no todo fue lluvia, de la que salió Antón Cortés tras el petardazo del año pasado, y el cual, ante un manejable y noble astado 1º, sacó derechazos con relajo y mando en la embestida. El toro, tardón en el primer muletazo, pero repetivo a partir de ahí, fue bien llevado por Antón, viendo la muleta adelantada y corriendo la mano. Por el izquierdo, no quiso el toro. Volvió a la diestra, la faena bajó, y culminó con un volapié echándose encima, pero cayendo desprendida la espada.

Javier Cortés, saludó a la verónica con poca estética, pasando más que llevando, y echando todo el rato " la patita atrás ". Llegó el toro a la muleta con complicaciones, protestón y reponiendo buscando los tobillos del madrileño, pero este, echando la muleta con unos sensacionales vuelos, lo metió dentro del trapo rojo, y sonó el "bien" en muletazos sueltos.

Y para finalizar, la lluvia llegó a Ambel Posada, que aunque se encontró con dos descastados e inválidos, dio una exibición de granizo sobre cómo no se mata. En fin, después de tantos pinchazos bajos saliéndose de la suerte, el cielo, no se como lo evaluará, yo desde luego, diré que fue un auténtico granizo con la espada. Eso sí, sumado al de la presidencia, y al del ganado.

OPINIÓN DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

No hay comentarios:

Publicar un comentario