martes, 28 de septiembre de 2010

RUIZ MIGUEL Y LOS SANTACOLOMAS...


Día especial se vivió el pasado domingo en la Isla de San Fernando ( Cádiz ), donde el maestro Ruiz Miguel reparecía en la corrida goyesca, y como no, ante un encaste muy conocido por él, el del Conde de Santa Coloma. Ana Romero, fue la ganadería anunciada, con la fisionomía típica de los cárdenos, pero con unos cuernos de "no te rías que es peor". No se cuánto pagaría aquel público regalaorejas que concedió dos orejas y rabo con tres oles contados a Juan José Padilla, pero lo que si sabemos, que una cosa es reaparecer como un matador de toros que es Francisco Ruiz Miguel, y otra, el toro que salió por aquellos chiqueros. Ahora miro el de mi habitación, comprado en la plaza mayor, al lado de eso que salió, corrida de toros para Bilbao. Cornicortos hasta decir basta, con menos seriedad que los erales que la matinal ofrece en otoño en Madrid. Raza le falto a la corrida, muy adormilada en la emebestida pero de pronta respuesta a los toques de los matadores. Los dos mejores lotes se los llevó el maestro Ruiz Miguel, que previo saludo montera en mano a petición del público, saludó como el hombre pudo a la verónica al primer astado, de buen desplazamiento, y que acabo su carrera más allá de la raya de picadores por el buen hacer del diestro. Complicaciones puso por el izquierdo en banderillas, entonces, Paco cogió la mano diestro donde el animal era muy manejable y con clase. Muletazos con temple pero faltos de hondura, a excepción de una tercera serie rematada con un fantástico pase de pecho con la izquierda ¿ Qué más pedir ?. El 4º tuvo más poderío y exigencia, haciendo mecha las pocas facultades que propicia la edad. Animal para bajarle la mano y mandar en la embestida, que no fueron así. Más a media altura, y pinceladas de arte sueltas con la mano zurda y un precioso trincherazo.

Enrique Ponce anduvo de maestro, tan sólo por observar como tiene una mano de domar potros salvajes, exquisita, y que va unida a su nombre artístico. El de Chiva tocó con un rajado y falto de casta segundo, el cual seguía la muleta sin continuidad y saliendo con la cara arriba. Rápido el maestro juntó el estaquillador a la cintura, dio el toque hacia abajo, y poquito a poco ir llevándo, llevándo, llevando. Hasta que claro, ya en la segunda repetición de la serie, ligó cuatro muletazos, ¡ que gran torero !. Con el 5º, un deslucido astado, poco cambio el tema.

Juan José Padilla demostró que es un diestro de desorden en la plaza. Tirarse de rodillas con cualquier toro y para cualquier público, y amigo, eso no vale. Así te lo dijo el cárdeno, ¡llevame largo en el inicio de capote que me quedo corto!, pero mejor es la larga cambiada según su interpretación. Luego las banderillas, todas puestas desde la Línea de la Concepción, a toro pasado y sin apretar el astado. ¿ Toreros banderilleros o espectáculo de bombero torero?. Ante el 6º, más de lo mismo con el inicio en el estribo, ¿ para que? pienso que es el mayor error para empezar con un santa coloma. ¿No será mejor enseñarle por bajo o a media altura a embestir?

Mérito de Ruiz Miguel, maestría técnica de Ponce, engaños en banderillas de Padilla, y dos buenos toros de Ana Romero, completaron a la vuelta al ruedo aclamada a lo grande de quién fue un maestro con los Victorino Martín. Su nombre está escrito en Las Ventas, FRANCISCO RUIZ MIGUEL.

OPINIÓN DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

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