martes, 15 de febrero de 2011

EL NO DUDAR...


El arte de torear es aquel que proporciona tantas dificultades a diestros, ganaderos y aficionados. Muchas veces nos queda esa duda sobre si al toro se le podía o no, haber sacado más, o menos. Hay veces que la faena no rompe por el toro, otras por errores del diestro, otras porque el torero no lo ve y echa las culpas al toro...
Y es que hay animales que se ve con mucha claridad tempranamente su calidad, y otros, la verdad, que difíciles de observar e incluso creando incertidumbre, saliendo al exterior de ahí, la multitud de opiniones que puedan surgir en una plaza de toros por los aficionados. Pero lo que si es cierto es que el motor de un diestro es fundamental para hacer ver al toro.
Creo que a los aficionados nos gusta ver y disfrutar observando las cosas claras. Si se puede se puede, si no, no se puede, y esperemos al no hay quinto malo. Detro de ver claro al toro, interviene la corteza del cerebro, donde los estímulos enviados a los músculos darán crédito de lo claro que está el agua en el mar. Lo que si es cierto, es que el calor del diestro, normalmente produce un toro mejor de la calidad que tiene. El frío, hace dudar a todos, y entramos en la lucha. Siempre el diestro debe mostrar ese calor al público, el decir aquí estoy yo, y a partir de ahí, valoremos si el toro ha sido para obtener trofeos, o si el diestro lo máximo que pudiera ganar con él, es el aplauso del público desde el callejón con su toalla.

LA duda, es el mayor defecto que pueden caer los diestros, por eso, ahí se obtienen también las diferencias entre los figuras y no figuras. Es fácil decir desde la pluma que no dude usted al de las patas negras, pero no tanto cuando está cogida la muleta por el centro del palillo con la mano zurda. Aún así, por la mera dificultad que supone el toreo y por el bien de la integridad física del mismo diestro, la mejor manera de salvarse es no dudar. Pudiendo a este verbo, hablamos de que sabemos dar los tiempos, distancias, vuelos, número de muletazos por serie, así como los muletazos que puede teer el toro. Partiendo de esa premisa, y teniendo la capacidad para saber adquirirla, la seguridad del diestro, calidad de los muletazos y la superación del respeto aumentará notablemente.

Y es que a través del escrito mostrado, hoy quiero hacer un recuerdo homenaje a Ruiz Miguel en la corrida del siglo con el 4º toro de la tarde. Una alimaña de las que hay que saber cogerla la distancia y los tiempos. Así de bien se las tomó el garitano, y como la corteza permanecía fría y sin dudar, fue capaz de obtener y sacarle esa pedazo tanda de 4 naturales a un toro dificilísimo. Sin duda, de auténtica figura del toreo, especializado en ganado duro. Gracias Francisco por enseñar a todos lo que es el valor, la pata alante, y aquello que mostré durante todo el escrito, EL NO DUDAR NUNCA A LOS TOROS.

http://www.youtube.com/watch?v=E9hw3eyneD0

OPINIÓN DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

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