domingo, 24 de abril de 2011

RECITAL DE MATADERO...


¡ Que no vuelvan ! gritaba un conocido aficionado desde el tendido. Ya en el tercer toro su voz hizo sonar y escucharse. ¡Que asco ganadero!, sin faltarle razones, porque era para haber invadido el coso con cojines. No tienen derecho los aficionados a pagar por un espectáculo tan paupérrimo y ver semejante teatro. No tenemos derecho a soportar ver un astado como el segundo que no se mantenía en pie, y encima tragárnolo para el estómago. Y es que las consecuencias sufridas,es que cuando el camino empieza con dificultades, los baches van aumentando, y las trabas y problemas a resolver disponen de una mayor capacidad de imaginación y resolución por partes de los hombres de a pie, para volver a divertir a las banderas, el reloj, la veleta, y hasta los músicos que aún" tocando sus pasodobles " se amordecían en el más allá de la plaza. Y son 3 resurrecciones de no sabemos qué. Talavante, Luque, y Los recitales han formado un once incapaz de definir con contundencia. En las tres posiciones faltó TORO, y de nada vale acudir a la plaza muy guapo con traje y corbata tras ver la última procesión de la semana santa, si cuando uno elige el ocio( como es el caso de los toros )hay que poneer patines a los animales para que desplazen con mínima alegría y te convierta el silencio mantenido en la procesión, en una mínima alegría y llanto de emoción. El caso de hoy, la poca casta y blandura. Pena daba ver un animal saltar a la arena al trote con la cabeza alta. Lástima observar un animal que llega a la muleta con la lengua fuera y encogido: Llantos y lloros por ver como al acabar de embestir el toro gira la cabeza como si con él no fuera, etc.

Lo que si nos contó la tarde de resurrección, es como llevar a cabo las recetas para dejar la comida cruda o pasada. Curro Díaz mostró en su primero un buen saludo capotero con gusto, templanza y serenidad. Al igual sucedió en la muleta, donde el pase de la firma, cambio de mano y trincherazo hicieron una mella de belleza con carácter prometedor. Después, el exceso del compás abierto no es nada bueno, y de vez en cuando hay que cruzarse al pitón contrario...
Receta mala y cruda fue la de Leandro, el cual, hoy reamató la faena del tiempo de auge que lleva en las plazas españolas enganñando al público con el dichoso toreo a mando a distancia. LA carne roja la dejó más dorada en el inicio de faena en el quinto, dobalándose con rodilla en suelo de precisa y bonita ejecución. No se acabó de entender con el "falso quinto " que excepto la protestada primera seria, le costaba repetir las embestidas y trasnmitoir al público. Por lo tanto, no entendí las palmas en el arrastre...
Pero la comida cocinada más cruda que existe continúa siendo los picadores. ¿Picar o fusilar?, "I dont know", diría un guiri cuando vea que en el primer puyazo se ensaña el picador como si la vida se escapara. Lo de medir, ha quedado ya para los termómetros, y por mucho que un picador coloque dos puyazos en todo lo alto, sin una mínima capacidad de medición, no merece en MAdrid ser aplaudido.

Y errores, como no saber por parte de Morenito de Aranda que un astado mansísimo sin fijeza a la hora de entrar a matar, no debe matarse a la suerte natural, ofrece más que hablar. Quizás ¿ porque hay que darle la salida a tablas?en mi opinión sí.
Y otro más a la caja de recogida de basura del último domingo de semana santa, donde se sigue sin resucitar, y el cual este año 2011, encima nos motró todo un "recital" de lo que SOBRA EN EL TORO, Y EN EL TOREO,a excepción, del lujoso paseillo currista ejecutado por los tres.

OPINIÓN DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

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