jueves, 30 de septiembre de 2010
TARDE DE PALOS...
Más palos que toros se vio esta tarde en Las Ventas. Comenzaba la Feria de otoño, con un calor más típico de San Isidro que la miniferia de octubre, y donde los palos ( para bien y para mal ), abundaron más que la propia bravura de los de Jose Luis Pereda. Palos tan buenos, como las dos veces que Luciano agarro en todo lo alto con la puya al sexto ( provocó la ovación del público ), así como el saludo de DAvid Adalid, con un meritorio y destacado segundo par al encuentro, el cual, se metió muy dentro de la cara del astado para clavar en lo alto. Y un tercero, como Alberto Zayas cuadró de muy buena forma el par correspondiente a cada toro, con la eficacia que tiene que destacar un tercero.
De Jose Luis Pereda, decir que el zoo doméstico que trajo a la Catedral, aburrió al público hasta hacerle llenar los asientos de pipas. Flojos y descastados, avantos, tardos, sin fijeza y sin romper ( que medio rompió uno ) hasta la mitad del recorrido con la muleta. El mejor lote del encierro correspondió a Christian Escribano, que tampoco fue algo para encuadrar al animal más bravo, pero el de más movilidad y exigencia si que nombrarlo. Animal con genio y poco cómodo en la embestida. Pedía el muletazo largo, lienal y por abajo, y con algún muletazo suelto de calidad de Chistian, aunque de poca brillantez, la embestida fue cambiando. El animal empezó a tomar con más nobleza los dos tres primeros engaños, pero el tercero tarascada, y junto a la muleta poco poderosa del chaval, las cosa quedó ahí. En el 4º destacar un saludo potable a la verónica de rodillas, con dos delantales, cerrado con una fría media que de ahí no pasó.
Damian Castaño, Paso por alto y a ver lo que ocurría en el ruedo con las dos moles sin patines que le tocó lidiar.
Víctor Barrio, anduvo muy en torero toda la tarde, templado, hasta para coger la montera. Mal en el inicio en los medios por Tafallera al primero, cuando el animal salía avanto y le fue recogiendo poco a poco hasta lograr detenerlo. Animal descastado en la muleta por los cuatro costados, sin fijeza alguna, excepto a la cantidad de gente que existe en el callejón que no para de moverse. Víctor empapó los ojos del animal con la muleta, y logró sacar serie y media con la diestra, y muletazos sueltos. Muy de verdad con este toro, dando mucho sitio y tiempo entre serie, con la muleta siempre puesta por delante. Con el 6º, otro regalito de navidad de Pereda con el que se tuvo que despedir barrio, con la ovación que le brindó el público de Madrid al abandonar el albero.
OPINIÓN DE JULIO SAN MARTÍN MORENO
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