miércoles, 18 de mayo de 2011

SEVILLANAS, FLAMENCO Y CANTE DE MANZANARES...


Existen determinados individuos, por llamarlos de alguna manera, que para los católicos, se comentaba y se decía con las propias palabras de Rafael de Paula, que les caen unas bolitas en la cabeza que dios les da. El arte viene en la genética, se posee o no se tiene, corre por la sangre o no es capaz de almacenarse, y en conjunción con el corazón, este deja desarrollarlo delante de los astados o no. Pero Sevillanas, flamenco, cante y toreo tienen un componente común. La obra sale como realmente uno es, y como expresa su personalidad evitando comparaciones con distintos estilos. Para retumbar al público hay que sudar la gota caliente realizándo todo con alma, compás, sentimiento, y ante todo, naturalidad. De esa, que lleva Manzanares dentro para con simples movimientos corporales ser capaz de domesticar animales y embellecer el cante. Se baila entre serie y serie de muletazos, y el cante hondo, se realiza con los muletazos en redondo, cadenciosos, embellecedores y a compás. Porque no existen prisas en el toreo, y el verdadero torero bueno,es el que no tiene prisa para comenzar ni para acabar mientras empezamos a torear por sevillanas en la tercera serie, o bailamos con nuestra cintura frente al toro mientras rematamos la tanda con un molinete, y sin más, cuando a Triana llega la sintonía con dos espléndidos trincherazos de los que hacen el silencio en el Guadalquivir. Y es que MAdrid y Sevilla, tan distintas, y tan similiares, y tan apasionadas como artistas, mientras la obra muestre sus reliquias, el sur y el centro corean oles del arte embellecedor,prometedor y enamorado. El toreo de verdad de Manzanares acompasado, con leves movimientos, ligando los pases girando 180º sus pies y rematados con pases de pecho tan circulares que los gritos de los espectadores coreando el ole, son oídos hasta en Cartagena de Indias. Pero Madrid pide en el primer muletazo echar la pata alante, y de eso, no hubo y los pases fueron ligados y traídos con la verticalidad del diestro, y la muleta silenciosa del toreo del Alicantino. Toda la faena fue realizada a media altura ante un animal de largo recorrido por el lado derecho, y que no permitió nada por el izquierdo, salvo un impresionante y pinturesco cambio de mano del hijo de Manzanares.

El Juli, saludó muy entregado a cuerpo y alma por delantales templadísimos y ceñidos al primero de la tarde. Lo tuvo en el 4º, un toro que se dejó por el pitón derecho, al que sacó dos tandas extraordinarias de mano muy baja y enorme poderío con la mano diestra, y una por la zurda con muletazos larguísimos y perdidos en el horizonte. pero el enfado nos llegó en el primer muletazo " ponte en tu sitio hombre ", citando fuera de cacho, y en una de las últimas series de derechazos, en la que el pitón derecho del astado acudía la muleta tocando el pico. ¿ Que le dice un figura consagrado a Salvidar o Talavante ? ¿Eso es torear de verdad?. ¿Y de las Bernadinas o manoletinas que vemos tantas tardes en LAs Ventas para rematar las faneas?. En esta cuestión, un Julian vulgar y no fue capaz de rematar la faena al final ( o por lo menos intentarlo ) con trincherazos, ayudados por alto, manoletinas etc. Una mala estocada con una mala ejecución en la estocada al primer toro, fue corregida en el 4 donde mató de un desprendido volapié.

Castella tuva pocas opcionews ante dos toros desrazados en la que el francés ando muy por encima de un blando segundo toro.

Y de la baja andalucía no trajo Cuvillo el arte de sus toros, pero si un regalo de Manzanares se llevará, para dejar un sobre perdido en la autopista, el río,puente de Triana y la giralda, sobre el cante, baile y toreo unido todo al mismo son, a compás, porque como he repetido alguna vez,se torea como se vive y ha de vivirse, a compás, y como el alicantino vivió en la noche Madrileña de lluvia de estrellas y luces apagadas, en la salida Ventaña de la puerta grande de la madrileñísima Calle alcalá.

OPINIÓN DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

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