domingo, 15 de mayo de 2011

ASÍ SE VIENE A MADRID...


Día grande en la festiviidad de Madrid, su Santo Patrón hizo ver una apertura a nuevas fronteras, donde la cultura une rasgos. La tan querida México invitó a rematar un precioso cartel y a la confirmación de Saldívar. El tan conocido nombre en el coso venteño, del cual muchos aficionados desconocían el pasado de este diestro, de ese fatídico día del mes de agosto donde el valor de Saldívar pudo a la vida, y a las ganas de ser torero. Hoy en la parada del metro de ventas, se bajó el atzeca levantando la cabeza para decir que puedes escucharse en un futuro una sucesión en la figura de la tauromaquia americana, como en su día fue Cesar Rincón. ¡ Que solvencia para tan poco oficio! ¡vaya pautas más bien marcadas en las faenas! pero por encima de todo, ¡que garra, raza! y perdón por la expresión, ¡que cojones!. Hoy demostró el mexicano, que es hora de realizar una llamada al mundo taurino y los empresarios a cerca de que sobran diestros en muchas ferias. Sobra vivir en el toreo del nombre, sobra, el no saber torear y vivir de la prensa del corazón, sobra, que existan toreros en una feria como la de sevilla cuando llevan 10 años sin venir a Madrid, y es más, cuando el concepto, conocimientoes y las habilidades para torear son escasas. Saldivar en su bajada del metro de ventas, se encontró con un deslucido encierro de cuvillo, con genio y poco fondo. Al genio del primero le pudo el mexicano con ténica y toreo largo. Fuerte era el calamocheo, pero el gran temple y mando en su muleta, hizo a Arturo ligar 3 pases llegando a corregir la emebestida del toro. El animal al verse podido se vino abajo pronto, y arturo decidió realizar unas ajustadísimas manoletinas. La ovación fortísima fue el resumen de su grata confirmación. La buena confirmación apareció en el quite del 5º toro. Era increible la forma de revolverse y la codicia malucia del animal.- Tres fantásticas y ceñidísimas chicuelinas con una revolera hizo romper las manos al tendido, todo mientras salía de la suerta caminando con un gran aire torero.
El mejor toro de la tarde fue el sexto. Arturo pecó en el quite de repetir lo mismo que el animal anterior cuando ya lo había dicho todo anteriormente. Toro a los medios, donde se hace el torero de verdad, toro serio e íntegro y torero hundido para el tu a tu. Después de un inicio ESPECTACULAR en los medios con pases de quietud por delante, y por la espalda, llega la primera serie donde le coje bien el aire el diestro con la diestra pero el animal se acuesta mucho y se mete por los adentros. Cambio a la mano izquierda, donde llegan momentos buenos del toreo al natural, dando buenos pases, pero sin llegar a propiciar el estallido. Muy puesto de verdad, cruzado, muleta alante, ríñones en media luna, y a torear.

Talavnate se tuvo que hacer amigo con un falto de raza segundo que entraba en tres tiempos en la muleta. Alejandor dejó destellos de calidad y saber llevar al astado en la muleta. Se las vio y se las deseó con el 5º, un toro muy violento, con mucho genio y de cobardía temprana. Alejandro le supo ganar en todo momento la lucha, hasta que el genuino astado, dijo que no había más lucha.

Morante de la Puebla dejó dos majestuosos lances a la verónica en el cuarto echando muy bien los vuelos, aunque lástima, que el animal al quedarse tan corto no le permitiera volar el capote por el otro pitón para ligar un saludo como manda el maestro bohemio. Pocas por no decir ninguna opción le ofrcieron sus astados. Así no se puede triunfar, y un sabio y artista, nunca debe aburrir al público, por eso, si el animal no desea justificar su existencia, ya manda el mensaje al público, por lo tanto el diestro lo que debe hacer es acortar. Nos guste o no nos guste, sinceramente como aficionado, no me gusta que me aburran, por eso, pongan un verdadero toro a morante, y rompan a llorar...

El nombre, se denominó Arturo Saldivar. Así se viene a triunfar a la capital del toreo. Y por favor, que no otorquen medallas de bellas artes a quien no viene a triufar a MAdrid, cuando un muchachín, que viene a cruzar el charco parar torear, se cruza, da distancia, pecho adelante, invertido por la espalda y a meter riñones para torear de tu a tu con la mano izquierda, desde luego no merece desperdicio. Si quieren cruzar el charco para cualquier sentido, que sea para torear, porque de crucero, ya van numerosos diestros que no saben en qué plaza del aparcamiento dejaron el coche. Pero Saldívar, dijo que en mayo, le dejó en la plaza número 15, y a la vuelta, recordó y saliió de la capiutal, de la plaza número 15, y con el premio de la recompensa, del público de Madrid volcado al gusto del toreo bueno, de verdad, con alma y corazón, por que al fin y al cabo, ¡se torea, como se es!.

CRÓNICA DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

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