lunes, 16 de mayo de 2011

¿QUE DIRÍA JOSELITO EL GALLO?


Ambiente torista típico de MAdrid, y es que el día que los cardenos aparecen por la monumental, el ritmo de subida por las escaleras se acelera para subir a los asientos. Cierto es que el corazón late a una velocidad más fuerte antes, durante, y después, ¿quizás por la mirada del toro de Santa Coloma de las que nombran y comentan los toreros que aterroriza?. Verdades y opiniones hay muchas, pero si a todos nos pone de acuerdo algo, es que raro, extraño, atípico, es que con una corrida de este encaste peles las pipas de calabaza con los dedos meñiques. Hoy, en los tres primeros toros, se me pueso el corazón a 190 pulsaciones. ¡Que miedo hicieron pasar los tres primeros novillos!, a algunos espectadores como yo, y a los novilleros, y el que diga lo contrario, miente. Animales más pendientes de las cuatro extremidades que del trapito rojo. En la segunda parte el sistema cambió, la nobleza y la agresividad llegó en el quinto toro, y la bondad en la embestida con poca raza al ton ni son en el 6º.

Pero caminando por otro camino alternativo, si hay toro distinto, conceptos diferentes, variedad en las suertes, y ejecuciones de distinto tipo, la riqueza cultural aumenta. Por momentos de la primera parte parecíamos vivir en el año 1910. ¡ si Joselito el Gallo viera la corrida hoy !, faltó sólo él para enseñar el arte de empezar la faenas pudiendo por bajo a estos toros. Si le pedimos de más, que aguante la segunda parte, para decir a Victor Barrio que el toro de este encaste hay que probarlo primero en el capote por extraños y cambios en el temperamento tan variado en los cárdenos que pueda suceder, y más cuando los dos primeros novillos avisan a sus compañeros que se meten mucho por dentro. Si nos tiramos en los medios de rodillas para rematar una media en un cuarto pase, como te pones en el medio de la vía del tren, el toro te arrolla. Eso sí, en mi interpretación de entender a estos toros.

En 1910 no se vería una ejecución de la suerte de varas como vimos en el tercero. Muy bien montado ese caballo, el cual a la órdenes del jinete el equino no mareaba la perdiz dando vueltas a la manzana. Ahí quieto parado con el pecho alante, como el toreo de verdad. Vara levantada y citando con arte y expresión corporal. El novillo inicia el arranque a galope, y dos puyazos en todo lo alto perfectamente medidos, y cuando el animal no empuja, vara arriba. ESTO ES EL ARTE DE PICAR. Muy noble embestía las dos primeras entradas a la muleta, y en el tercero, a buscar el bulto. Así imposible torear.
Víctor Barrio se encontró con el novillo más manejable del encierro. La faena constó de dos partes, la primera en la que el animal se comía la muleta de forma codiciosa y con un galope de alegría sevillana. Tandas de limpias del segoviano en redondo bien rematadas. A partir de ahí, el animal comienza a tomarla en dos tiempos y probando, lo que desluce la regularidad de la faena. Estocada baja y vuelta al ruedo.

Jíménez fortés no olvidará tan fácil el trago de MAdrid de hoy, y eso que la puerta se caía fácil al suelo. ¡Que bien parado el primer toro!, el secreto del temple, relajar y suavizar la embestida y a base de muñecas y corazón decelerado. Toreo suave a la verónica y "vamonos" con la media. Después el trago en la muleta, animal super orientado, y toro y público de Madrid por encima de la facilidad ninguna que ofreció el cardeno.

Manuel Larios ofreció poco oficio, y verderón para una corrida de encaste duro y en una feria de San Isidro. Ante el primer animal algo brusco que había que solventar las tarascadas con mano baja, puso la muleta a la altura del pirulí. Con el sexto, que al no ser por los dos puyazos de más con los voltteretones, habría sido el toro de la tarde. Lo poco que tuvo el animal fue bien aprovechado corriendo bien la mano por ambos pitones, destacando tres naturales, pero después, la sosería en la embestida y la tarde en su contra poco le valió para levantarla.

CRÓNICA DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

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