domingo, 22 de mayo de 2011

SERAFÍN ARRASA A LAS VERGUENZAS...


La estocada fulminante al segundo toro remató el batacazo. ¡Caramba, que forma de tirarse a matar de tú a tú!, ¡ con que verdad ! y con que ganas de matar al astado, tanto, que cayó fulminado en el momento. Ese fue el colofón final a un encierro de verguenza en Madrid. Es hora que ciertos aficionados salgan de la grave confusión. ¿ Pablo Romero es ganado torista ?. Detesto esa palabra tanto como el comportamiento de tal simple animal. ¡ Que auténtica verguenza ver un animal de 672 kg y unos leños de MAdrid a Peñalara, salir tan avanto y circular alrededor de las tablas del coso madrileño!. ¡ Que áspera en la embestida y que poca raza !. A este tipo de animal que por más que intento seguirlos, y que sinceramente hablando, NO EMBISTEN NI CON PATINES, ¿ ESO ES TORISMO ?, si el toro más manso de Núñez de Cuvillo o domec ofrece más emoción. No tiene culpa usted ganadero, porque bastante realizó con poder hacer a este encaste ir en un futuro al reencuentro, y por lo menos, lo más mínimo, que el animal embista. Hoy si hablamos citando con la panza, Pablo Romero sobra en las plazas de toros, y abundará en las exposiciones y museos de todo territorio nacional.

Pero la tarde fue de auténtica verguenza. ¡ Que mala lidia !. ¿ Dónde está el peón que debe cubrir el picador de la querencia?. ¿Dónde queda echar el capòte abajo para frenar al animal al salir avanto de la embestida?. ¿Y los pares de banderillas?, donde ciertos subalternos no atinaron ni a dar en carne.
Los picadores, mejor no hablar. Es un tema muy en contra de la fiesta que un picador no monte bien a caballo, basicamente hablando. Tampoco que no sepa torear con el equino antes de realizar la suerte. Ni que decir, que la colocación de las puyas son una auténtica bazofia, y castigando ya por abajo, la forma de picar al quinto el picador de Serafín Marín. Sinceramente, para haberle multado y sancionado, porque que manera de ensañarse con el animal a diestro siniestro y sin porqué alguno. Un arquitecto sabe que su trabajo es dibujar planos para la realización de un bloque, pero un picador no sabe que debe dar elpecho al frente, levantar la vara,lanzar,recoger, picar, medir e irse con los monosabios, y por supuesto, poseer arte para montar a caballo.

Serafín Marín saludó muy de verdad y templado al segundo de la tarde, con el capote muy recogido y saliéndose a los medios con él. En la muleta el animal tenía mucha fijeza y entraba con calamocheo, al que Marín se impuso con la mano diestra. A partir de ahí, el animal fue a menos, y tras unas ceñidas manoletinas, Serafín cobró una señora estocada que le valió por la grandísima afición de Madrid, una vuelta al ruedo tras petición, de las de MAdrid. En el quinto andó muy voluntarioso, firme y valiente ante un complicadísimo y peligroso astado más preocupado de reponer y buscar a Cataluña que a embestir en la muleta de MAdrid.

Ignacio Garibay se econtró a un primer manso con la embestida dormida. No era animal de lujuria, pero se dejaba y pedía más sitio y oficio. Mala colocación de Garibay, toreando para fuera en los dos primeros muletazos, y bien colocado en el 4º y 5º. Muy de mentira los cambios de mano y pases del desprecio con culo para fuera, y de ahí, que el animal se fuera al desolladero algo aburrido frente a un Garibay que no se encontró. Lo duro, sucedió en el quinto. Animal probón y con una mirada fea al diestro entre muletazos, al cual con un simple topetazo, le propinó una feísima voltereta y que menos mal que sólo quedó ahí.

Aguilar, el pobre que debutaba esta temporada, se encontró a un toro no acorde al buen toreo que nos acostumbra a ver. Con esas dos auténticas porquerías no se puede hacer nada de nada, sólo estar voluntariooso, e intentar corregir la embestida de un pegatornillazos como era el 6º, al que Aguilar no quiso aburrir al público. Con el gesto que le hizo al mozo de espada resumió todo. Menos mal que el mayoral se bajó del burladero antes del pitido final, si no...

Y con una verguenza de veterinarios que aprobó en el reconocimiento los dos primeros astados, indignos de cara para MAdrid, y tras un auténtico petardazo de Partido de Resina, nos fuimos a dormir. Sigan soñando con Pablo Romero, pero la realidad está en Cataluña, donde hay un torero, llamado Serafín Marín, que sabe torear, y que merece más. Todo, lo que no merece Manso romero, no estar en MAdrid, no presentar su ganadero toros feos y sin hechuras que no son dignos para este coso. Sólo desde aquí decirle, que si en tantos años no han sido capaz de subir a Navacerrada, en la edad de Jubilación le entrará la pájara y no pasarán de Guadarrama. Y es que, hay momentos en la vida, en los que uno queda para el museo, en vez de para pelear, luchar, entregarse, sacar casta, querer coger la muleta, humillar, emocionar, y sobre todo, dar en las corrida de toros, SENSACIÓN, DE EMOCIÓN.

CRÓNICA DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

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