Esta semana tras adquirir la revista aplausos, leía un artículo escrito por el periodista y crítico Manolo Molés, en el cual comentaba que el termino torista y torerista es un error, y ahí después de reflexionar le di la razón. No creo que deba haber aficionados toristas y toreristas sino que hay una cosa, el torero nace y se hace un con un concepto de los diversos que debe poseer la tauromaquia para que esta sea rica, indudablemente tiene que ser aplicado a un toro bravo y no a una oveja, que de juego y que llene a los aficionados. Es así de sencillo, no hay torismo ni hay torerismo es el verdadero toro el que debe salir a la arena, el diestro ponerse en su sitio, domarlo y llevarle a su cauce.
Pero esta semana el ganadero Joao Folque ha realizado unas declaraciones:
“Un alto porcentaje de toros humillan porque les falta poder”
Ya, una vez abierto el debate, y contestando a preguntas de los asistentes, entre otras aclaraciones, citamos las siguientes:
“El gran problema del toro actual es la falta de poder. En este sentido el gran objetivo que me he marcado es recuperar el poder del toro de lidia.
La humillación del toro en la embestida actualmente es una ley física. Si tú vas corriendo a dos por hora, puedes bajar la cabeza. Si vas a 20 por hora, es seguro que no puedes bajar la cabeza. Eso es lo que ocurre actualmente con un alto porcentaje de toros que humillan porque les falta poder”.
No estoy de acuerdo del todo, y más cuando he visto toros de Palha sacando fiereza, esperando para arrear dentro del concepto llamado casta mala, y como última prueba, la genuina y complicada corrida de la Feria de Otoño. Yo respeto ante todo la cría que Joao quiera poseer, pero los aficionados muchas veces cuando hablamos de los toros y algunas alimañas, ¿ nos acordamos de los de luces? ¿nos acordamos que hay distintas concepciones de toreo? ¿ nos acordamos que el lidiador con otro tipo de toro no ha sido capaz de desarrollar el toreo de otro tipo de diestros?. Me parece muy bien que este señor quiera un toro con poderío, pero dentro de unos parámetros y a ver a qué llamamos poderío, ya que he visto toros de la grandiosa ganadería de Victorino con mucho de lo que hay que tener, mucho poderío como llama él y humillan con una emoción que otro encastes no tienen, además dejando pegar muletazos con la clase de su embestida. Y es que el toro bravo va a más, y puede ser perfectamente poderoso metiendo la cara dandole 35 muletazos, porque el verdadero animal bravo que quiere protagonismo y demostrar su crianza, lo hace atacando, metiendo la cara abajo para coger, y no echar la cara alta ni calamochear. El otro poderío, el de sacar la fiereza por no querer acometer con todo al engaño, por verse podido es muy apto para la concepción lidiadora del toreo, pero repito no es la única, la fiesta debe ser rica.
Ahora bien, desde el llamado " excesivo torismo ", ¿ nos acordamos muchas veces que hay un tío sujetando la muleta con la ayuda? ¿Imaginamos que somos nosotros los que sujetamos los trastos?, a lo mejor muchas veces la cabeza cambiaría.
- Novillo de Palha Riaza.
http://www.youtube.com/watch?v=ETHdJfZvdZg
- Esto es un toro con poderío y humillando. No hay torismo ni torerismo, esto es la fiesta.
http://www.youtube.com/watch?v=e1sfLchIOd8
Opinión de Julio San Martín Moreno
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