domingo, 20 de junio de 2010

Manzanares en su desembocadura...


Hablemos de toros, no de geografía, Del manzanares de ALicante, y no del río que toma paso por Madrid. Pero si del diestro que decidió por causas personales no venir a LA ciudad de los chulapos, después de no tener el valor para abrir cartel ante una plaza como Las Ventas, y de su operación por problema de salud. Hoy entonces, ese Río Manzanares desembocó en la tradicional corrida de Asprona de Albacete, con sus toritos comodones de Juan Pedro domec, tampoco sin asustar mucho que digamos, pero rendir beneficio a algo no tiene cabida a una crítica con forma de martillazo, al revés, es un gesto honrado.
Tomar la posesión de figura no es algo casual, ante las críticas de algunos, la misma palabra designa algo llamativo. Dicen que el que da primero da dos veces, y hoy el dicho se cumplió a más no prometer. Tomó Jose Mari las riendas en el primero. Muleta puesta enganchando, llevando y rematanado para adentro. Para adentro, sí, para adentro, enroscando cada vez más, y llegando al tendido con su laxo juego de cintura y hombros. Con la izquierda, con la derecha, cambio de mano, y sobre todo, salida de cada serie en aire de torero y con figura de mandón y poderío sobre el astado. PEro la réplica la puso ante un Julipie como mal llamaron algunos, con un auténtico estonazo y por derecho, que al animal no le dio tiempo observar ni el color de las zapatillas de los subalternos.
Dio en la primera, y puso el caché muy alto para sus compañeros: el joven Dámaso, y el sin por qué de un Rivera Ordóñez de torear tanto con el escaso repertorio que posee. Pero Manzanares, a lo suyo. Con un manso y encastado toro con tres medias arrancadas, se juntó el alicantino. Allí, el negocio entre ambos. Una muleta muy sometida y ligazón. Una muleta adelantada para poderle en los primeros compases, y una retrasada y estática para pausar, dar descanso al animal y darle más recorrido. Después, arrancada fortuita del animal que no era capaz de enganchar la despaciosa y poderosa muleta del diestro. ¡ Que grandeza ! ¡ Que poderío !, que bien funcionó el cerebro del hijo del figurón de los 80 y 90. Esa genética movía esa muleta de esa manera, tomaba los tiempos que pedía el animal, debaja puesta la muleta muy adelantada para vaciar, y ante todo, no ponerse en medio de la vía del tren sin domesticar al toro, porque si no, como decía Jose María Padre, " EL TORO TE LLEVAAA ".
Hoy, anduvo aseado, de domador y manejador, con sometimiento y tamplanza, y para colmo, otro Jose MAría pie en todo lo alto, con un fortuito descabello. ¡ Que tarde más completa !, culminada con la última ficha de dominó que deben llevar los llamados figuras del toreo, que dan significado a esos dos verbos tan caros y de responsabilidad, como lo son "mandar y dominar ".

OPINIÓN DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

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