miércoles, 21 de abril de 2010

OBRA DE MAGIA: GOTITAS DE MORANTISMO...


Y alguno se preguntará, pero bueno, ¿ Cómo puede usted destacar la faena de Morante al quinto del lunes, si el boom de la Feria lo explosionó un madrileño de Velilla de San Antonio, y no un Sevillano? Pues la primera razón, es porque no he visto las faenas del Juli. La segunda, es que el lunes vi un cachito de la corrida, y me encontré con la sorpresa. Un toro, muy incierto, probón y buscón como el alto de la Torre Eifel, aunque con un calamocheo de los que permite sacar pases. Allí, un diestro vestido de un tono amarillento y azabache, que observaba lo que le tocaba lidiar, permanecía y pensaba hacia su yo, " madre mía que papeleta me espera " diría el artista de la puebla. " Y además con ese silencio del teatro La Latina de MAdrid ", madre mía, sinceramente, ¡ qué trago he de pasar!. Pero he de estar yo ahí, decía Morante, voy a sacar la moneda del bolsillo y la voy a tirar al aire, he elegido cara, pues no, en el albero se distingue bien la cara del Rey Juan CArlos I de Borbón. Primeros compases a media altura, después me saco el toro al tercio, mientras los aficionados continúan sin ver las condiciones de la fiera, ni tampoco, como un torero del corte de Morante pueda unir y encajar con lo que tiene delante. Pero vuelve a estar allí el diestro, dicese por los run runes de las ciudades que entra dentro de los toreos de poco valor, y Morante dice, ¿ que tengo poco valor ?, "vamoh" a verlo de verdad, doy la media distancia al toro, y en el tercer muletazo cuando intento ligar girando a compás, me sorprende buscándome el tobillo. Uff, hace la maestranza, tranquilos dice Jose Antonio, aquí estoy yo con mis cohones, y me peleo con él. Así fue, sacó muletazos limpios, con valor, entrega, hundido en la arena y rematados con pinceladas. ¡ He entendido al toro al final !, pero falta el remate, sigo tragando los parones y finalmente con recursos artísticos me hago con él, y mientras, suena la bomba en Sevilla " ooooooole ". Pero llega la hora de la verdad, " vamos a ver si acierto porque la espada no es lo mío", pero voy a tirarme a reventarle, me vuelco, ayyyyyy suena en Sevilla, pinchazo hondo que hace daño al astado. Ovación clamorosa de Morante, tras petición de oreja, pero pido perdón al público, ¿ por qué ? ¿por no matar?, no es momento para corregir eso, bastante ha hecho usted con lo que tenía delante, pero si debe perdir perdón por no dar la vuelta al ruedo que le pidió su plaza, o mejor dicho, el respetable que pagó una entrada y valoró, coreó y premió su obra de magia.

Así aconteció la historia de un nombre que me resulta complejo buscar ( genio, artista, pinturesco, figurón, mago... ) y de la forma que estuvo, cabría cualquier adjetivo (súblime, tremendo, increible, poderoso, soberbio, andante, dominante...).
Hoy, estamos hablando de un figurón de la historia de la tauromaquia, que lo podemos definir en tres palabras, muñecas, sentimientos, y VALOR. Porque, a pesar de las discrepancias, para torear encajado y poder a los toros bravos de la manera que él lo intepreta, la cabeza y el corazón te debe dejar, y hoy, para no comparar con ningún diestro, podemos decir que sea el número uno del escalafón que su corazón y cabeza, le deje interpretar lo que a todos los morantistas, nos hace entender, ver , observar, disfrutar, emocionar, soñar...

Y lo más importante, que de aquí a x años, PODREMOS RECORDAR, SU FORMA DE TOREAR.

OPINIÓN DE JULIO SAN MARTÍN MORENO

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